“La computación en la Nube seguirá siendo un bastión de seguridad e innovación, apoyando el crecimiento en tiempos de incertidumbre, debido a su naturaleza ágil, elástica y escalable”, Gartner (2023).
Imagina que trabajas en el departamento de TI de un banco muy conocido. A tu disposición están los datos de millones de clientes.
Un día, te encomiendan una misión muy importante: Hallar el mejor lugar (en la web) para almacenar estos datos de forma segura. ¿Qué harías?
Ten en cuenta que los bancos, así como gobiernos, entidades de salud, entre otros, deben ceñirse a estrictas regulaciones de protección y privacidad de datos. Además, por ley, muchos países (México, por ejemplo) están exigiendo que los datos confidenciales o sensibles deban ser almacenados en el mismo territorio donde son recopilados.
Es un reto complicado. ¿No?
De seguro, ya conoces las ventajas de las infraestructuras Cloud. Ahora solo queda elegir su modelo de servicio.
¿Pensaste en una Nube Pública? O, por otro lado, ¿se te pasó por la cabeza usar una Nube Virtual Privada? Hay un tipo de Nube Certificada que se ajusta exactamente a las necesidades de privacidad y cumplimiento normativo de las organizaciones:
La Nube Soberana permite almacenar información en una nube nacional segura, por lo que están sujetas únicamente al control jurisdiccional y a la autoridad del Gobierno donde se recopilan y residen. Pueden impedir, incluso, el acceso forzado por parte de autoridades extranjeras.
Además, las Nubes Soberanas como Complaint Cloud By Octapus utilizan controles de seguridad avanzados e implementaciones de clasificación de datos para proteger aplicaciones e información contra amenazas que evolucionan rápidamente.
La flexibilidad de las Nubes Soberanas les permite adaptarse a los cambios de normativas de privacidad de datos y a una geopolítica cambiante.